Cuando estaba en los primeros años de mi adolescencia, una compañera me dijo en una dedicatoria que le gustaba mi forma de ser porque me daba lo mismo lo que pensaran los demás de mi y que no cambiara.
Cuando chica, bueno, desde chica siempre he sido muy llorona, o eso es lo que todos me decían, es verdad, lloro por muchas cosas y antes era aún más, si no hubiera sido porque un día mi mamá me dijo que si llegaba y lloraba cada vez que algo no me gustaba o algo me pasaba, ella no iba a poder ayudarme con eso y comprendí aquello, seguiría tan llorona como cuando chica. Todos ven que lloro y pocos ven realmente por qué, a lo largo de mis años luego comprendí que gran parte de los llantos que permanecieron, siguieron porque soy muy sensible y empática. Los que no saben mis razones, creen que intento manipular o que símplemente soy débil... Lo que no saben es que muchas veces luego de mi llanto saco mi fuerza.
Siendo empática logro comprender muchas cosas, logro ponerme en el lugar de muchas personas y personajes y, al comprenderlo, caigo en el perdonar muchas cosas también, como cuando me tratan mal.
Cuento todo esto a raíz del primer párrafo, últimamente estoy tomando en cuenta muchas cosas que me dicen, muchas críticas que me hacen y lo he hecho porque los demás tienen un punto de vista distinto al que tiene uno de si mismo, me refiero a que ven las cosas desde otra perspectiva. Tomar en cuenta esto, me ha llevado a ser muy insegura y desde hace un rato me estoy aburriendo de esto y muchas otras cosas más de mi misma.
He decidido que tomaré menos en cuenta lo que dice la gente, mucho menos lo que dice quien no para de criticar y éste último tipo de personas en especial porque me di cuenta que no podré darles en el gusto nunca y sobre todo, no tienen que estar a gusto por mi, sino que por ellos mismos o mismas, no soy quien debe quitarles la molestia que sienten sino que ellos deben aceptar que existe gente que es distinta a ellos, distinta en apariencia, pensamiento, sentimientos y preocupaciones, por dar algunos ejemplos, y por sobre todo aquellos que critican y ni si quiera están dispuestos a cambiar ellos mismos ni ver dónde fallan porque estas personas, al ser así toman una actitud egoísta.
Cada quien es capaz de ver sus falencias, yo las veo constantemente, tengo una idea de autosuperación constante y aunque algunos pueden decir que es todo lo contrario, ellos no saben lo que pasa en mi mente, a veces me ven cabizbaja y es porque de pronto me veo abrumada en muchos problemas pero no es porque no quiera salir de ellos, sino porque veo que me están costando y que me cuesten no significa que no quiera -porque por algo estoy en el proceso de solucionarlo, si no quisiera simplemente no lo haría- ni que me esté bloqueando, y si llego a bloquearme, lo dejo un rato para poder verlo desde otro punto de vista.
Mi sensación de la adolescencia es mucho mejor de la que tengo de mi niñez y quiero que mis sentimientos de mis etapas vayan con ese progreso y para eso debo cambiar, mis cambios son lentos pero como soy terca y quiero hacerlos, los haré.
Para terminar, dejaré una frase:
"Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a esto les llamo mis amigos"
- Mario Benedetti
.·Nene·.
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